martes, 13 de diciembre de 2011

13 DE SEPTIEMBRE, SANTA LUCÍA



Hoy, 13 de diciembre, se celebra la fiesta de Santa Lucía. El color litúrgico para esta celebración es el rojo, pues Lucía fue mártir. Ella es la santa patrona de los que tienen problemas con la vista. Puedes leer sobre su vida en el sitio de EWTN.

Hay muchas cosas que puedes hacer para hoy con tu familia. Todavía no tengo fotos de lo que estamos haciendo, porque estamos en proceso, pero las agregaré en cuanto estén listas.

Mientras tanto, esto es lo que puedes hacer:

- Primero visita Paper Dali, Vee tiene una excelente lista de sugerencias, entre ellas, que imprimas el dibujo que ella hizo (como el de la foto) para colorear, que hagas una corona tradicional de los países andinos para esta fiesta (en donde dice "Paper Saint Lucia Crown"), que hagas un pan tradicional para este día (en donde dice "Make St Lucy bread"), y otras ideas más. 

(c) Imagen de Paper Dali

- También puedes ver lo que tiene Catholic Icing. Lacy hizo una corona con rolles de canela, le quedó muy linda. Eso es lo que estamos haciendo hoy, ya les mostraré cómo quedó.

Santa Lucía
Virgen y Mártir, 304 AD
Fiesta 13 de diciembre
Etim.: Lucía: Lux (la que lleva luz). 
Es muy antigua la devoción a Santa Lucía tanto en el oriente como en el occidente. Su nombre figura en el canon de la misa romana, lo que probablemente se debe al Papa Gregorio Magno. 
De acuerdo con "las actas"  de Santa Lucía, nuestra santa nació en Siracusa, Secilia (Italia), de padres nobles y ricos y fue educada en la fe cristiana.  Perdió a su padre durante la infancia y se consagró a Dios siendo muy joven. Sin embargo, mantuvo en secreto su voto de virginidad, de suerte que su madre, que se llamaba Eutiquia, la exhortó a contraer matrimonio con un joven pagano.  Lucía persuadió a su madre de que fuese a Catania a orar ante la tumba de Santa Agata para obtener la curación de unas hemorragias. Ella misma acompañó a su madre, y Dios escuchó sus oraciones.  Entonces, la santa dijo a su madre que deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres.  Llena de gratitud por el favor del cielo, Eutiquia le dio permiso. El pretendiente de Lucía se indignó profundamente y delató a la joven como cristiana ante el pro-consul Pascasio. La persecución de Diocleciano estaba entonces en todo su furor.
El juez la presionó cuanto pudo para convencerla a que apostatara de la fe cristiana.  Ella le respondió: "Es inútil que insista. Jamás podrá apartarme del amor a mi Señor Jesucristo".  
El juez le preguntó: "Y si la sometemos a torturas, ¿será capaz de resistir?".
La jovencita respondió: "Sí, porque los que creemos en Cristo y tratamos de llevar una vida pura tenemos al Espíritu Santo que vive en nosotros y nos da fuerza, inteligencia y valor".
El juez entonces la amenazó con llevarla a una casa de prostitución para someterla a la fuerza a la ignominia.  Ella le respondió: "El cuerpo queda contaminado solamente si el alma consciente". Santo Tomás de Aquino, el mayor teólogo de la Iglesia, admiraba esta respuesta de Santa Lucía. Corresponde con un profundo principio de moral: No hay pecado si no se consiente al mal.
No pudieron llevar a cabo la sentencia pues Dios impidió que los guardias pudiesen mover a la joven del sitio en que se hallaba. Entonces, los guardias trataron de quemarla en la hoguera, pero también fracasaron. Finalmente, la decapitaron. Pero aún con la garganta cortada, la joven siguió exhortando a los fieles para que antepusieran los deberes con Dios a los de las criaturas, hasta cuando los compañeros de fe, que estaban a su alrededor, sellaron su conmovedor testimonio con la palabra "amén".
Aunque no se puede verificar la historicidad de las diversas versiones griegas y latinas de las actas de Santa Lucía, está fuera de duda que, desde antiguo, se tributaba culto a la santa de Siracusa. En el siglo VI, se le veneraba ya también en Roma entre las vírgenes y mártires más ilustres. En la Edad Media se invocaba a la santa contra las enfermedades de los ojos, probablemente porque su nombre está relacionado con la luz. Ello dio origen a varias leyendas, como la de que el tirano mandó a los guardias que le sacaran los ojos y ella recobró la vista.
Cuando ya muchos decían que Santa Lucia es pura leyenda, se probó su historicidad con el descubrimiento, en 1894, de la inscripción sepulcral con su nombre en las catacumbas de Siracusa. Su fama puede haber sido motivo para embelezar su historia pero no cabe duda de que la santa vivió en el siglo IV.  
El nombre de Lucía significa "luz".  Dante Alighieri en la Divina Comedia atribuye a Santa Lucía el papel de gracia iluminadora.

Se le representa llevando en la mano derecha la palma de la victoria, símbolo del martirio y en la izquierda los ojos que le fueron arrancados.
Santa Lucía
Patrona de La Vista.


Hoy es Santa Lucía, aquí tenemos un dicho popular: “por Santa Lucía, mengua la noche y crece el día”.


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Santa Lucía es la santa de la luz, la que ilumina. En Suecia es una gran celebración. Todas las niñas van vestidas con túnica blanca, cinta roja y una corona de velas en la cabeza. Los niños se visten de “Papá Noel” o de “Muñeco de jengibre”, las famosas galletas que se comen durante estas fiestas.
 Se celebra muy temprano con café, bollos en forma de gato, galletas de jengibre y vino caliente.
Esta fiesta inicia simbólicamente la Navidad en Escandinavia, trayendo esperanza y luz durante los meses más oscuros del año.
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La celebración de Santa Lucía tiene una clara vinculación con las condiciones de vida en la sociedad agraria nórdica: oscuridad y luz, frío y calor.

Las ilustraciones son de Carl Larsson (1853-1919), aquí podeís ver más trabajos suyos.
http://www.clg.se/
http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Larsson
Y aquí la receta de las galletas de jengibre.
http://boston1955-cocina.blogspot.com/2007/03/galletas-suecas.html

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