l patrono de los enamorados nació en el año 175 en la ciudad de Terni, a cien kilómetros de Roma (Italia), donde actualmente yacen sus restos debajo de uno de los altares laterales de la Basílica que lleva su nombre.
Dios quiere y protege a quienes se aman con rectitud
En el siglo III, en tiempos en los que el cristianismo era perseguido, el santo se consagró al servicio de la comunidad de su ciudad natal. San Valentín arriesgó su vida muchas veces para administrar los sacramentos, especialmente el matrimonio. La parte más importante de su labor era asistir a las parejas que querían constituir un hogar cristiano.
Cuenta la tradición que el emperador romano Claudio II con el deseo de evitar que las familias cristianas se multiplicaran prohibió la celebración del matrimonio religioso. Además, Claudio tenía la convicción de que los soldados casados no eran lo suficientemente aguerridos porque estaban emocionalmente ligados a una familia.
Lc 6, 27-38
El amor a los enemigos es posible gracias a Jesús. Si realmente creyéramos y practicáramos esto, se acabarían los conflictos, las divisiones, las situaciones que separan. La palabra de Jesús tiene un poder increíble y su vida es el icono del que podemos aprender. ¿Seremos capaces de aceptar este reto? ¿Dejaremos de tener en cuenta el mal? Transformaremos nuestras vidas con el poder redentor del Amor. Que Jesús, que ha unido lo imposible, nos haga posible tender puentes con los diferentes, empezando por los más cercanos.
Es nada más -y nada menos- que el proyecto fraterno de Jesús. Sembremos amor entre fronteras y oremos especialmente por Ucrania.
Dibujo: Patxi Velasco Fano
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
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